Facebook es noticia día sí y día también. A principios de octubre sufrieron una caída generalizada de varias horas debido a un problema de configuración en las tablas de enrutamiento en BGP. La situación fue tan ridícula que ni los propios ingenieros podían acceder a los centros de datos porque los sistemas de seguridad dependían de servidores de DNS afectados por el problema con BGP. También fueron noticia en septiembre porque se hicieron públicos unos informes internos que revelan que Instagram es tóxico para los jóvenes. A principios de año también saltó a la palestra por los cambios en los términos y condiciones de WhatsApp, que afectaban directamente a la privacidad de sus usuarios, provocando un éxodo masivo a servicios como Signal y Telegram. Y también lo fue hace unos años por el caso de Cambridge Analytica, que influenció en el voto a favor de Donald Trump en las elecciones americanas y a favor del Brexit en UK. La imagen de la compañía está tan deteriorada que incluso les ha llevado a cambiar el nombre a Meta. Un lavado de cara que no va a solucionar el mayor problema que tiene la compañía. Su fundador, y CEO, Mark Zuckerberg. Esta mala reputación forjada durante años ha provocado que muchos ingenieros no quieran trabajar en la compañía, y otros muchos de los que son actualmente empleados en Facebook se quieran largar. En el año 2019 la empresa no pudo cumplir con los objetivos de contratación, y en el 2021 va por el mismo camino. Facebook no encuentra suficientes ingenieros para contratar. ¿Cómo es posible siendo una compañía que paga, por lo general, muy bien?
Facebook alega que es un problema de oferta y demanda. Y, en buena parte, es verdad. El mercado está seco. Hacen falta más ingenieros, y no solo en Silicon Valley. Si en tu empresa estáis contratando ingenieros informáticos, sabrás de lo que estoy hablando. Debido a la escasez en el mercado, los ingenieros exigen cada vez mejores condiciones laborales, y además quieren trabajar en proyectos interesantes, que sean éticos y tengan impacto global. Es consecuencia directa de cómo funciona cualquier mercado. Si hay mucha oferta, las exigencias las ponen los empleados. Si hay mucha demanda, las ponen los empleadores. Pero si Facebook tiene pasta para satisfacer las exigencias de los ingenieros, ¿porqué tienen tantos problemas para atraerlos?
Hace poco hablaba en esta misma newsletter de que Facebook iba a permitir a los empleados, que quisieran, trabajar desde casa, pero que iba a ajustarles el salario acorde a su localización. Muchos empleados aceptan este acuerdo, pero otros tantos han recogido sus cosas y se han marchado a otras empresas. Por otro lado, también están las exigencias de la propia compañía. Tienen pasta para pagar los mejores salarios, pero también quieren contratar a los mejores ingenieros. Como cualquier otra empresa de esas características, tienen procesos de contratación que echan para atrás a cualquiera que no esté dispuesto a prepararse entrevistas absurdas diseñando algoritmos en una pizarra, ni a enfrentarse a la arrogancia de muchos entrevistadores.
Pero el problema real subyacente, y como apuntaba antes, es que mucha gente no quiere ser cómplice de las prácticas y políticas de esta empresa. Desde que se publicó el escándalo de Cambridge Analytica, la reputación de Facebook ha ido cayendo año tras año. Aunque siga creciendo y obteniendo beneficios, es una empresa que está bajo la lupa de muchos observadores. Y también de muchos ingenieros. Facebook tiene actualmente 68000 empleados, un 20% más que el año anterior. Son buenos números, al alcance de pocas empresas en el mundo. Pero ese 20% no son únicamente ingenieros. De las ofertas que se hicieron a ingenieros en el año 2020, sólo el 65% aceptaron. Este año, sólo el 50% han aceptado.
Facebook seguro que es el sueño de muchos ingenieros. Es una empresa que tiene dinero, un volumen de usuarios y de datos impresionante, y la ambición por conectar a las personas. Es decir, es una empresa que tiene todo lo que hace falta para satisfacer las exigencias de cualquier ingenieros. La cuestión es si los ingenieros quieren ser, o no, partícipe en prácticas que son nocivas para la sociedad, y que el CEO de la empresa no tienen ningún interés en enmendar.
Personalmente creo que Meta, la “nueva” Facebook, tiene entre manos una visión de futuro muy interesante. La realidad virtual y la realidad aumentada, con la capacidad de procesamiento actual en la nube y en equipos domésticos, son sin duda uno de los pináculos de la tecnología. Hace décadas que soñamos con sumergirnos en un mundo virtual y viajar a cualquier parte del metaverso desde el salón de casa. Las nuevas generaciones van a asistir a clase con sistemas de realidad virtual. Muy pronto viviremos los partidos de fútbol desde el punto de vista de cualquier jugador. Este es el futuro en Meta y la visión de Mark Zuckerberg. Cualquier ingeniero debería querer trabajar en estos proyectos, porque el impacto en la sociedad será brutal. La cuestión es si van a ser más éticos y aprender de los errores. Microsoft era el demonio hace dos décadas. Hoy es una de las empresas mejor valoradas para trabajar. Es sólo cuestión de quién esté al mando.
¡Muchas gracias por leerme!